De los pocos lugares que me quitan el aliento y me dejan el estómago, espíritu y alma sumamente satisfechos y sorprendidos.
Lo más espectacular, encontrar este sitio lleno de símbolos mágicos, místicos y cabalisticos que solo había visto en libros, páginas web y una que otra exposición. Eso sí, con una vibra, energía y frecuencia que inspira paz y tranquilidad.
Sin embargo, toparme con el altar o adoratorio a la Diosa Ἑκάτη / Hekátē / Hékate al subir las escaleras me dejó la misma sensación, vibración y energía cuando entré en el basamento de los sacerdotes en Mitla (Oaxaca), el barrio de Sacerdotes (Teotihuacán) y la tumba del Rey Pakal (Chiapas).
Lamento no haberte dejado algo en ofrenda, pues así es la vida: se llega a sitios de manera "inconsciente" o ya está destinado o las cosas suceden porque tenían que suceder/repetirse. Pero no será la única ocasión que visite el restaurante.
