Madre querida, Virgen de Juquila, Virgen de nuestra esperanza. Tuya es nuestra vida, cuídanos de todo mal.
Si en este mundo de injusticias, de miseria y pecado ves, que nuestra vida se turba, no nos abandones Madre querida.
Protege a los peregrinos, acompáñanos por todos los caminos. Vela por los pobres sin sustento y el pan que se les quita retribúyeselos. Acompáñanos en toda nuestra vida y líbranos de todo tipo de pecado.