A veces, el suso frecuente de los servicios dentro de los centros de trabajo ocasiona algunos desperfectos. Pero también, es cierto que una parte de ellos se debe al mal uso que se les da. Por lo tanto, cuando llegan a suceder, se hace necesario colocar anuncios o avisos de lo que se descompuso.
Lo que causa risa y de la wena es la forma en cómo se redactan estos letreros, pues la persona quien los coloca tiene la "idea" de que lo que ella piensa (y que se atreve a escribirlo y ponerlo a la vista del público), lo entiende automáticamente la demás gente.
Este es uno de tantos letreros que han aparecido en la oficina dando "instrucciones" de lo que no hay que hacer porque las cosas están descompuestas. Lo que aquí no servía era el tubo de desagüe del fregadero.
Moraleja: Hay que pensar bien lo que queremos escribir, para que los demás nos entiendan. Si no, sucede lo que en el letrero dice.
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