Mi sistema familiar y personal experimentaron una reseteada. Adaptarme a esta nueva etapa y forma de vida sin tu presencia física, hace que cada una de las tantas palabras y consejos que diste sean más valiosas de lo que fueron en su momento.
Dar las gracias no alcanza. Solamente me queda esta sensación de que -aunque te extraño- estás bien y en algun momento volveremos a estar juntos.
Pero día a día, siempre te veo en el espejo y me alegra que estarás presente mientras existas en mi corazón, alma y pensamientos....
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