Checkpoint para este destino que tenía pendiente en mi agenda.
Es recomendable, los recorridos muy hermosos, pero eso de que te den sistemas de escalada muy desgastados y cuerdas en condiciones muy dudosas (como escalador) en la vida regreso.
Las fotos aparecieron en desorden; este chisme de blog las puso como de le hincharon.... e hizo lo que quiso.
De los hospedajes súper cómodos y lindos. Lo malo es la disponibilidad de agua caliente.
La visita fuera de la cabañita está de muuuuucha agusticidad.
😭😭😭 Solamente escuché su chillido y de inmediato supe que había lastimado a un pariente murciélago. Pienso que se me pegó a la ropa y con la cuerda lo jalé 😭😭😭
Lamentablemente no da tiempo para tomar fotos; pero lo más que pude hacer fue desde abajo.
Le llaman la capilla de algodón. Y si, es como ver nubes.
Este descanso fue de unos 15 metros. Y esto de la espeleología es lo mejor que he hecho. Aunque bajar con miedo por el equipo en muy malas condiciones, la experiencia es muy recomendable.
🥲🏍️ pero me voy a regalar mi moto.
Dicen los guías que está zona una vez estuvo bajo el agua. Y si, hay muchos vestigios petrificados.
Tenía chorromil años de no hacer tirolesa. Y ya supe por qué no lo repetía... me aburre 🤣🤣🤣
La comida del restaurante está genial. Benditos patrón cultural y la reproducción de roles de género. Las cocineras son unas diosas para la comida.
Me voy a tomar unas fotos como si no me estuviera dando cuenta de que me estaba tomando fotos
😅😅😅
Creo que desde 2007 no bajaba a las entrañas de la madre tierra. Y me hacía falta.
Lo único que se dejan son huellas y lo único que se toman son fotos así como la experiencia. Y es un pequeño ejemplo de por qué hay que hacer las cosas por y para uno mismo. Llegamos solos a este mundo, nos toca andar sin compañía y, posteriormente, nos toca irnos solos también.