Para aquell@s que no conocimos, pero representan nuestras raíces; para aquell@s que influyeron en nuestro crecimiento y llegamos a convivir con ell@s.
No se fueron, dejaron algo (como coloquialmente se diría), que nos hacer verlos día con día y recordarnos qué y quiénes somos.
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberse despedido.
ResponderBorrarNuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, y aprender de los demás.
Atte.
César